El suelo es ese lugar desde donde el bebé despliega su actividad, desarrolla su motricidad y su juego. Es un lugar que favorece el desarrollo.
¿Y por qué el suelo y no otro espacio?
El suelo porque es básicamente el lugar donde el bebé está seguro en libertad de movimiento y donde mayor posibilidad de explorar el movimiento hay.
En el suelo hay lugar suficiente para girarse, volver boca arriba, y volver a girarse. Para desplazarse en arrastre y gateando. Para intentar todo tipo de postura. En un espacio limitante, en cambio, el bebé puede intentar darse vuelta pero chocarse contra algo que se lo impida, como si lo está intentando hacer en una cuna, o en un sillón.
El suelo es un lugar donde podemos colocar juguetes para descubrir en autonomía. En otros espacios es probable que debamos darle el material al bebé, porque no tendrá posibilidad de encontrarlo.
En el suelo podrá desplazarse para buscar un juguete u otro, podrá llegar a la mesa ratona o al cubo Pikler e intentar pararse agarrado, podrá trepar la rampa gateando. En el suelo favorecemos el movimiento y el desarrollo.
No sucede lo mismo arriba de un sillón si el bebé todavía no sabe bajarse, o si al mínimo intento de movimiento en el sillón, puede caerse. Ese sería un contexto que no da libertad de movimiento.
Y tampoco sucede lo mismo en una mecedora, por ejemplo, que tan útil nos puede resultar en muchos momentos, pero que a la hora de desplegar acción y juego es limitante, porque no permite cambiar de posición, ni elegir con qué jugar, ni alcanzar un juguete que se cae al manipularlo.
No es el lugar en el que solemos poner a un bebé
Nos suele costar al principio colocar a un bebé en el suelo. En automático, buscamos un lugar alto o lo tenemos contenido.
Por costumbre, probablemente, colocamos al bebé en sillitas o mecedoras. A veces, estos lugares no son adecuados ya que fuerzan una postura que el bebé todavía no adopta y pueden generar tensiones en su musculatura.
Acostarlo en un sillón puede ser peligroso, por lo que es probable que por seguridad, le limitemos el movimiento si está en un sillón.
Sin embargo, es importante ir dando esos espacios para la exploración y el desarrollo del juego libre en el suelo.
Un lugar adecuado
En un inicio, cuando comenzamos a darle al bebé estos momentos de libertad de movimiento en el suelo para que comience a explorar las posibilidades de su cuerpo y a descubrir materiales que dejamos a su alcance, podemos ofrecer un lugar suave, que no haga tan drástico ese cambio de ambiente.
Para eso nos encanta la Alfombra Hoja que tenemos en Capra Tienda, una alfombra segura y suave, teñida con tintes naturales, ideal para acompañar esa primera etapa y luego tener por años en el cuarto.
Cuando el bebé está más habituado a estar en el suelo y comienza a intentar nuevos movimiento, una alfombra firme que no resbale es la que más ayuda a no obstaculizar el movimiento.
La alfombra puzzle de Toddlekind es ideal, ya que se adapta a la estética de tu hogar. Gracias a sus colores neutros no sobreestimula y permite visualizar claramente los juegos que proponemos.
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