Las primeras experiencias del bebé

Las primeras experiencias del bebé

Las primeras experiencias del bebé no van a ser con juguetes.

Quizás sea contradictorio decir esto cuando vendemos juguetes, pero en los primeros meses del bebé lo menos importante es qué objetos le acercamos.

En un inicio, nuestro bebé seguramente quiera estar mucho en contacto. Nuestros brazos y cuerpo probablemente sean su lugar favorito.

Irá conociendo sus manos, sus pies, las nuestras. Nos agarrará un dedo, nos tocará la cara, conocerá a nuestra mascota si tenemos, observará lo que hacemos en casa.

Lo más lindo que podemos ofrecerle a un bebé es nuestra presencia, tranquila y cariñosa.

Se va a enriquecer del entorno, de nuestra cotidianeidad, de los paseos que podamos realizar, de las interacciones con la familia, de la naturaleza.

Una vez leí que el mejor móvil para un bebé son las ramas de un árbol y me resonó mucho. Ver la realidad es mucho más rico que ver cualquier tipo de móvil. A veces nos enfocamos tanto en los objetos que nos olvidamos de lo más importante. 

¿Qué podemos hacer en este tiempo?

  • Dar cabida a esa necesidad de contacto, estar cerquita, portear si queremos tener las manos libres.
  • Dejar manos y pies al descubierto. Los bebés tienen mayor sensibilidad en los pies que en las manos, por lo que son una gran fuente de enriquecimiento sensorial y conocimiento.
  • No sobreabrigar, que la ropa permita el movimiento.
  • En algunos momentos y en la medida que lo vaya disfrutando, poner al bebé en lugares donde pueda moverse. Si bien por muchos rato estará contenido, en brazos o en un fular, también está bueno que en algunos momentos tenga espacio para mover sus piernitas y brazos.
  • Observar libres de expectativas.

Cuando bebé comience a interesarse por objetos, es lógico que queramos ofrecer materiales y juguetes adecuados para su desarrollo, y por supuesto que por aquí les mostramos opciones ideales para acompañar esa etapa, pero nos parece importante recordar que lo esencial no es eso.

Si están en esta etapa o por vivirla, les deseamos que la disfruten. Puede ser muy desafiante y difícil por cuestiones vinculadas a la lactancia, a las noches, a que nos estamos acostumbrando a cuidar a un bebé 24/7, pero vale la pena proponernos disfrutar de esas interacciones con nuestro bebé y de observar sin expectativas cómo empieza a conocerse, a conocernos y a conocer el mundo que le rodea.

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